Radiografía de la situación mundial actual
El fin de la guerra fría trajo a la luz un
sinnúmero de complejidades preexistentes en las relaciones internacionales
escondidas debajo del manto de una diatomía ideológica del enfrentamiento
capitalismo vs marxismo y deja ver que
el enfrentamiento Este – Oeste no es sobre esa base sino algo mucho mas
profundo, una colisión de siglos entre
mundo insular con un modelo de sociedad fluida frente a otro, al de la Tierra,
con una posición conservadora y tradicionalista.
La
historia de los últimos siglos es la misma, una fuerza es la correspondiente a Occidente que
encuentra su centro gravitatorio en la cultura anglosajona con una periferia
cooptada por ella.
Si bien es indispensable tener en consideración
la ambición material, es decir, la necesidad de las grandes corporaciones
principalmente financiera, la estructura cognitiva que subyace en esta
situación tiene aspectos culturales bien diferenciados y que escapan a las
ideas socialistas de la Guerra Fría.
Occidente, el atlantismo, conquista para imponer a otras culturas y
civilizaciones sus principios éticos y morales. La idea del individualismo, el
materialismo y el hedonismo son los pilares de este modelo cultural global, que es funcional al
plano económico/financiero a que propone un pensamiento que debilita las
sociedades en su forma comunitaria.
Para ello utiliza ideas como la teología de la
prosperidad que combina con una amalgama de creencias basadas en religiones
abrahámicas y orientalistas con toques
indígenas y del paganismo precristiano, para aquellos que buscan la idea de la
trascendencia, llenando el vacío espiritual y dando un marco de pensamiento
para que las sociedades occidentales dejen de lado la visión comunitaria y
tradicionalista y acepten que la realización es personal a través del
crecimiento material permanente, y la satisfacción de placeres mundanos e
inmediatos.
El modelo perfecto para quienes quieran
instalar la figura de un emprendedor, la eliminación de sindicatos,
agremiaciones y cualquier cosa que se apoye en lo colectivo en desmedro de lo
individual, generando para ello una multitud de nuevas ideologías que ponen el
acento en los deseos personales, individuales, por encima de cualquier
cuestionamiento comunitario.
La explosión de reivindicaciones minoritarias
tiene ese fin, atomizar la sociedad y estructurarla en un sinnúmero de
situaciones de pequeños colectivos, imposibilitando respuestas sociales
conjuntas y confundiendo los objetivos de lucha.
Frente a este modelo aparece una constelación
de propuestas diferentes pero todos con un hilo conductor: una estabilidad que
se opone a la fluidez atlantista, el mantenimiento de las tradiciones basadas
en algunos principios innegociables: lengua, religión, costumbres y referencia
territorial.
El choque de modelos se da entonces porque son
diametralmente opuestos.
Los dos polos, el modelo globalista hoy sumido
en una serie de enfrentamientos internos entre aquellos que han perdido con la
globalización y una minoría que acumula riquezas en forma exponencial y el
multipolar, que contiene diferentes expresiones regionales basadas en conceptos
civilizatorios comunes, es natural.
Como una metáfora de la civilización marítima o
insular, la aparición de poderes extraterritoriales es la etapa mas alta del
proceso, las grandes corporaciones reemplazan a los Estados, reducidos a mero
administradores de las decisiones del gobierno mundial corporativo.
Este enfrentamiento tiene una arista no menor
que es la aparición de un frente religioso conformado por el Papa Francisco,
que lucha contra sectores internos, el Patriarca Kirill y el mundo islámico.
Naturalmente los valores de las grandes religiones colisionan con el modelo
cultural que ofrece los anglosajones, hoy representados en el globalismo
cultural y son afines a un modelo multipolar basado en grandes regiones que
impulsa el eje Beijing – Moscú.
Existe un factor adicional que genera muchas
confusiones por la dificultad de ubicarlo dentro de este mapa, el sionismo. Las
dificultades son la causa de que no se suma a ninguno de estos dos bandos y
juega su propio partido, poniendo una pata en cada uno de lo sectores
enfrentados, dentro de Occidente tanto en los globalistas como entre los
aislacionistas y en el modelo multipolar.
Para cerrar el cuadro general, es necesario
señalar que existen numerosos países, entre los cuales se encuentra Alemania,
Italia, Brasil, Argentina y México, que aún no deciden su posición, tensionados
por enfrentamientos internos que hacen prevalecer temporariamente un sector
sobre otro pero sin ningún triunfo definitivo.
El factor tiempo es una variable muy importante
a considerar, mientras el modelo multipolar se consolida económicamente, el
modelo globalista sufre retrocesos por los enfrentamientos internos (Trump,
Brexit, Salvini, etc), dándole a sus enemigos un tiempo vital para
desarrollarse en varios aspectos.
El punto mas conocido y analizado es el
económico, donde el desenvolvimiento de China hace prever que en pocas décadas
mas su posición será decisiva. Su densidad demográfica, la potencialidad de su
mercado interno, el dinamismo de su economía, el desarrollo de la alta
tecnología combinada con el potencial que presenta la abundancia de recursos
naturales de Rusia y su capacidad militar, la hacen demasiado poderosa para un
Occidente que encuentra a un EE.UU. en un peligroso enfrentamiento interno y
una Europa estancada y con enormes problemas migratorios, de envejecimiento
poblacional y mercados saturados.
El resultado está a la vista y el triunfo de la
alianza sino rusa es previsible, pero la economía no juega sola y la carta
militar también es importante. Desde el fin de la Guerra Fría, Occidente ha ido
presionando en forma creciente sobre las fronteras de sus rivales. Las
tensiones en Ucrania, en el Mar Oriental o Mar de China, Taiwan y en Medio
Oriente son la comprobación de esa política expansiva y agresiva.
Pero la subestimación por parte del globalismo
occidental de la inteligencia china para no ser colonizados culturalmente y
aprovechar las inversiones multinacionales en beneficio propio mas el error de
cálculo al no haber desmembrado a Rusia durante el gobierno de Yeltsin,
permitiéndole volver a ponerse de pie, fue un error de proporciones y
resultados aún difíciles de estimar.
Hoy la aventura militar en Medio Oriente ha fracasado,
China se afirma en el control de sus fronteras marítimas y Rusia estabiliza la
situación en Europa Oriental a partir de acciones decididas y de una nueva
generación de armas que supera con holgura a las occidentales.
Este es un tema clave sobre el que hay que
detenernos, la aparición de misiles hipersónicos (se los considera así cuando
multiplican por mas de 5 veces la velocidad del sonido), sistemas antimisiles
de mayor eficacia y con capacidad de alcanzar satélites de órbita baja (S-500),
tecnologías de guerra electrónica, simplificación de sistemas stealth con
metamateriales que resultan mas económicos y no condicionan la forma aerodinámica
permitiendo mayor agilidad y una nueva generación de sistemas de armas
submarinas, garantizan que las viejas teorías del Prompt Global Strike para
destruir a Rusia y a China sin darles la posibilidad de represalias, han
perdido vigencia, y aún mas, cambian las bases de la estrategia militar estadounidense.
Las flotas de aguas azules con sus costosos
portaaviones resultan inofensivas para naciones del porte de Rusia o China y
solo sirven para amedrentar a enemigos menores como fueron Irak o Libia en su
momento, en un enfrentamiento directo, China o Rusia podrían hundir en cuestión
de minutos estas formaciones.
No es extraño que entonces que contralmirante
Lou Yuan de la Armada china dijera a principios de 2019 que para terminar con
el conflicto en el Mar de China, su país debería hundir dos portaaviones de
EE.UU., ocasionando 10.000 bajas que la sociedad del país americano no estaría
en condiciones de soportar.
El globalismo, seguro de su victoria en los 90,
aceleró lo tiempos y permitió que la corrupción en la industria militar de
EE.UU reflejada en abismales ganancias de las corporaciones industriales
prevaleciera fabricando costosos e innecesarios equipamientos privilegiando sus
intereses económicos por sobre las necesidades de Defensa.
Los enormes presupuestos militares de EE.UU.
son engañosos, no reflejan las verdaderas capacidades de combate de sus FF.AA.
Esto fue consecuencia no solo de la avaricia sino de una intención calculada de
disminuir drásticamente el otrora poderoso ejército estadounidense para
suplantarlo por fuerzas multinacionales.
El desbalance de EE.UU. en materia militar en
relación al resto de las naciones, hacía que la posibilidad de perder el control
político del país pudiera acarrear consecuencias indeseables para un proceso
globalista.
El objetivo era controlar ya a EE.UU. debido a
que existían amenazas, un nuevo error que hoy limita su capacidad de presión
militar y explica en cierta medida las razones por las cuales las fuerzas
estadounidenses empiezan a retirarse del resto del mundo y se enfoca en su
vecindario. La capacidad militar y económica de EE.UU. ya no le permite
mantener varios frentes abiertos.
La situación de Venezuela dentro de ese contexto
debe ser entendida como un retroceso en el poderío occidental. Rusia y China
comienzan a cambiar el escenario y pueden generar un conflicto en América
Central y el Caribe, la misma medicina
que aplicó EE.UU. durante décadas es la que ahora comienza a recibir.
La situación de Venezuela es precisamente la
necesidad de poner un freno al avance de Rusia y China que han invertido
130.000 millones de U$S en ese país. Han establecido un cabecera de playa en el
patio trasero, han tenido esa capacidad y hoy EE.UU. debe pasar de la ofensiva
a la defensiva.
El peligro para la región es que EE.UU apele a
la doctrina del Almirante Cebrowski, quien propuso destruir los Estados, una forma
mas económica, simple y fácil de
contener a aquellos que no son necesarios en el proceso de
globalización.
Marcelo Ramírez
Director de Contenidos de AsiaTv
La prepotencia dirigida hacia varios frentes hace que los afectados se unan para defenderse. En cualquier momento comenzarán las acciones conjuntas en defensa de la legalidad internacional tal como lo dicta la ONU
ResponderBorrarEs un proceso muy rápido en términos históricos. En menos de una década se ha conformado un frente de naciones. El sistema financiero está siendo reformado por China y Rusia generando mecanismos paralelos a los occidentales.
BorrarEs algo que debería tener en cuenta el próximo gobierno para avanzar en un proceso de desarticulación del macrismo, pero para eso es necesario que los políticos comprendan que el mundo está cambiando aceleradamente y que el poder real empieza a cambiar de manos.